El negocio musical ya no está en la venta de discos. Internet ha remodelado la idea tradicional de la industria con la llegada de nuevas formas de creación, comercialización, promoción y distribución de la música.

Este escenario, unido al fuerte impacto de los medios sociales, ha hecho que muchos artistas se decanten por emprender de forma individual sin el respaldo de una gran discográfica.

Es el caso de Sofía Ellar, cantante y compositora española con raíces británicas. Su proyecto como artista nació a raíz de una tesis empresarial en la que realizó un estudio sobre el panorama musical, el streaming, la piratería y la digitalización del sector. Y al ver que su proyecto era viable, decidió emprender y sacar adelante su carrera.



El uso extendido de las redes sociales ha brindado una alternativa que rompe con la idea tradicional de que un artista necesita firmar un contrato con una compañía discográfica para obtener visibilidad, sacar un disco y triunfar. Aunque es un modelo que todavía funciona, tal y como señala Sofía Ellar.

Bajo este modelo tradicional, las discográficas son los actores más poderosos de la industria. Su rol es cazar talentos y desarrollarlos, pero a su vez ejercen un gran dominio sobre los principales canales de marketing y distribución. Sin embargo, su principal negocio hasta ahora era vender discos, algo que ha cambiado con las nuevas tecnologías.

Esto ha hecho que tanto los viejos como los nuevos artistas deban aprender nuevas formas de llegar a su público, en especial aquellos cantantes que deciden optar por una vía alternativa y emprender por sí mismos. Así lo señala Natalia Talayero, CEO de Beloud, una startup tecnológica que ofrece herramientas para hacer sostenibles las actividades de artistas, sellos discográficos y promotores.

Ante estas vías alternativas, las discográficas deben adaptarse al cambio de paradigma de la industria musical. Renovarse o morir, ése es el mandato de la música, un sector en pleno cambio ante las nuevas tecnologías.