Los Google Pixel se venden como churros. Tanto que la compañía se ha quedado sin stock y se ha visto obligada a retrasar los envíos de los pedidos.

Y es que aunque muchos clientes de EEUU ya recibieron sus dispositivos a finales de la semana pasada, otros deberán esperar más. Debido a una demanda inesperada, Google ha tenido que cambiar sus plazos de entrega estimados. A algunos clientes ya se les ha dicho que sus unidades no se enviarán hasta mediados de noviembre.



En el historial de pedidos de la Google Store, muchas de las reservas de los compradores todavía figuran como “pendientes” a pesar de la fecha estimada que aparece en la pantalla.

El boom de los Pixel recuerda al vivido el mes pasado con las reservas del iPhone 7, que en apenas unas horas la fecha estimada de entrega pasó de 1 a 4 semanas.

En un comunicado, Google ha manifestado su sorpresa por la acogida de los nuevos teléfonos y ha asegurado que está trabajando para reponer su inventario tan pronto como sea posible.

De hecho, la compañía ha lanzado un soporte técnico para atender a todos los usuarios y explicarles que la gran oleada de pedidos acumula hasta tres semanas de retraso. Sin embargo, la Google Store no proporciona mucha más información. Los servicios de atención se limitan a explicar a los clientes que recibirán sus pedidos antes de la fecha estimada y les piden que ignoren lo que dice la página web.

Pixel se convierte en una grata sorpresa para Google, quizás no tanto para Apple.