El pasado mes de agosto, el PSG asaltó el mercado de fichajes depositando un cheque bancario de 222 millones de euros en la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para hacerse con los servicios del delantero brasileño Neymar. Días después consiguió la cesión de Kylian Mbappé a cambio de 180 millones de euros, que se harán efectivo a partir del 31 de julio de 2018. Una triquiñuela para evitar el control del Fair Play Financiero, aunque están bajo vigilancia de la UEFA.

Cifras nunca vistas en la industria del fútbol, que vive ajena a los recortes en otros sectores. Números que han disparado el valor de las estrellas emergentes del panorama futbolístico. Según un estudio de CIES, un observatorio de fútbol, de los diez primeros jugadores que encabezan la tabla, siete de ellos tiene menos de 25 años y su valor estimado de mercado está por encima de los 145 millones de euros.

Encabeza la tabla, el brasileño Neymar con un valor de 213 millones de euros. CIES calcula esta cifra teniendo en cuenta cuatro variables: equipo, edad, fin de contrato y selección nacional. A una pequeña distancia su ex compañero Leo Messi, cuyo traspaso sería de 202,2 millones de euros. Los dos únicos futbolistas por encima de los 200 millones, ya que Harry Kane del Tottenham está en los 194,7 millones, delantero en el punto de mira del Real Madrid de Zidane para la temporada 2018/2019.

Traspasos caros, pero que se quedan lejos de lo que realmente se acuerdan en las negociaciones. En la posición número 16 de este informe se encuentra el nombre de Philippe Coutinho, el nuevo jugador del Fútbol Club Barcelona. Según CIES, su traspaso estimado está en torno a los 123 millones de euros, cifra lejana a los 160 millones desembolsados por el conjunto de la Ciudad Condal (120 millones fijos + 40 variables).
Pero ¿es sostenible seguir pagando estos altos precios? Quizá la respuesta sea: “en España, no. En Inglaterra, posiblemente”. A pesar de generar unos ingresos superiores a los 800 millones de euros y, a pesar, de ingresar 222 millones de euros por uno de sus jugadores, el conjunto del Txingurri Valverde se gasta el 84% de sus ingresos en los sueldos de sus jugadores.

Desde 2013, la LFP copió una de las prácticas más características de la NBA estadounidense el tope salarial, aunque su aplicación, de momento, no es tan estricta como en la mejor liga de baloncesto del mundo.

"Ningún club o SAD podrá inscribir jugadores cuyo coste haga que supere el citado límite de coste de plantilla deportiva", sentencia la LFP. El objetivo, según la Liga, impedir "que se pueda entrar en pérdidas en la temporada presupuestada por sus actividades habituales", reza la normativa de la LFP.

El límite salarial está basado en el importe máximo que cada equipo puede consumir cada temporada incluyendo el gasto en el primer equipo en jugadores y cuerpo técnico (plantilla inscribible, según se define en el Art.38 de las Normas de Elaboración de Presupuestos) y en filiales, cantera y otras secciones (plantilla no inscribible, según se define en el Art.38 de las Normas de Elaboración de Presupuestos).

Las partidas que tiene en cuenta el organismo presidido por Javier Tebas incluyen en el límite de coste de plantilla deportiva inscribible y no inscribible son: salarios fijos y variables, seguridad social, primas colectivas, gastos de adquisición (incluidas comisiones para agentes) y amortizaciones (importe de compra de los jugadores imputado anualmente en función del número de años de contrato del jugador).

Un control que se suma al de la UEFA para evitar que los equipos, pero solo los que juegan competiciones europeas, no gasten más de lo que ingresan, el famoso Fair Play Financiero que persigue al PSG y por el que ya ha sido multado en una ocasión.

La dorada televisión

Estas altas cifras están sustentadas en cheques jugosos pagados por los canales de televisión. La Premier League ingresó en la temporada 2016-2017 un total de 2.754 millones de euros, más del doble que La Liga con tan solo 1.247 millones. En tercera posición, la Bundesliga con 1.002 millones y la que menos de las cinco grandes es la Ligue 1 francesa con 578 millones, pero que el PSG suple con inyecciones suculentas de Catar.

Solo Barcelona y Real Madrid son los únicos que aguantan el tirón de la Premier en cuanto a ingresos televisivos 146,2 millones y 140,1 millones respectivamente. Eso sí, el Southampton (octavo en la pasada Premier) cobró más dinero que el actual campeón de la liga española.