Pedro Sánchez prevé la creación de "nuevas figuras impositivas" para garantizar la sostenibilidad de las pensiones. El presidente propone también "destopar la cotización máxima" y "racionalizar" los gastos de la Seguridad Social. Sánchez ha desvelado sus intenciones en una entrevista en TVE, la primera desde que llegó a la Moncloa, y entre las prioridades económicas del Gobierno destacó la "redistribución del crecimiento económico" y atajar la brecha salarial.

El presidente justificó la necesidad de las nuevas medidas y gravámenes porque el ejecutivo anterior, el de Rajoy, "no dejó muy en forma las cuentas de la Seguridad Social". Recalcó su compromiso, en cualquier caso, con el sistema público de pensiones para lo que ve necesario "abrir el debate sobre los recursos y los ingresos públicos" y también revisar "la actual política de bonificaciones de la Seguridad Social". 

En cuanto a la modificación de la reforma laboral, reconoce que no tiene la mayoría parlamentaria necesaria para derogarla por completo, pero tocará "algunos artículos muy lesivos". Por ejemplo el artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores, el referido a la subcontratación de obras y servicios. Apostó por aumentar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y por incrementar también los salarios gracias al acuerdo de negociación colectiva que está previsto alcanzar en los próximos días. Otro de sus compromisos es dar "un impulso muy grande a acabar con la brecha salarial y garantizar la igualdad de género".

Impuesto a la banca


Sánchez no dio más detalles sobre esas nuevas "figuras impositivas", pero la atención vuelve ahora a declaraciones previas del presidente porque ya anunció antes de llegar a la Moncloa su intención de imponer una tasa a las transacciones financieras, el conocido como "impuesto a la banca". Un anuncio que no fue bien acogido en el sector bancario y que recientemente el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, calificaba de "error" por distorsionar la actividad económica y encarecer el crédito.