El Senado de Estados Unidos retrasa la votación sobre la reforma fiscal propuesta por Trump.  Se debe a que los propios senadores republicanos dudan de que los ingresos previstos compensen la bajada de los impuestos.

El Comité de fiscalidad del Congreso publicó un informe a mitad del debate en el que advertía de que el déficit público aumentaría en un billón de dólares en 10 años como consecuencia de esa reforma tributaria. El Senado intentará esta tarde, en una nueva sesión, votar la propuesta de Donald Trump.

La demora subraya las preocupaciones persistentes entre los conservadores fiscales sobre el impacto en el déficit que tendría el proyecto de ley. Eso crea la posibilidad de que sus profundos recortes tributarios tengan que ser moderados, de que se puedan incorporar aumentos de impuestos en el futuro y de que algunos conservadores busquen agregar recortes al gasto, todos enfoques que podrían crear nuevos problemas políticos.

El director de asuntos legislativos de la Casa Blanca, Marc Short, dijo a los periodistas en el Capitolio: "No creo que los recortes tributarios vayan a reducirse. Creo que seguirá siendo
un alivio fiscal histórico para las empresas y las familias de ingresos medios".

El proyecto de ley es visto por los republicanos como crucial para sus perspectivas políticas en las elecciones de noviembre del 2018, cuando buscarán mantener el control del Senado y la Cámara de Representantes. Desde que asumió el cargo en enero, el presidente Donald Trump y los republicanos que controlan el Congreso no han conseguido la aprobación de leyes importantes, un hecho que esperan cambiar con su propuesta de revisión del código tributario, que sería la mayor desde la década de 1980.

Los demócratas, que se espera que se opongan unánimemente al proyecto de ley, lo han descartado como un regalo para los ricos y las corporaciones. El Senador Bob Corker y otros querían agregar una disposición que desencadenaría aumentos automáticos de impuestos en los próximos años si los recortes impositivos en la legislación no logran impulsar a la economía y generar ingresos suficientes para compensar la expansión prevista del déficit. Pero la propuesta de Corker fue rechazada por motivos de
procedimiento.