Miguel Díaz-Canel ya es el nuevo presidente de Cuba. Su única promesa ha sido la continuidad de la Revolución y el legado de los Castro. 
Reconoce que su mentor, Raúl Castro, abandona la presidencia pero seguirá al frente de las decisiones más trascendentes del país como secretario del partido comunista.



Pese a que deja las responsabilidades de Gobierno, el general permanecerá hasta 2021 al frente del Partido Comunista de Cuba, el máximo órgano rector de la sociedad y la política cubana, lo que en la práctica supone que el relevo generacional será tutelado durante tres años por la vieja guardia aún al frente de ese órgano. En materia económica, Castro ha criticado el bloqueo de EEUU, la postura de la UE respecto a Rusia y ha pedido al nuevo presidente que reduzca los gastos innecesarios en el país.



Díaz-Canel ha aplazado el nombramiento de los 23 ministros hasta el primer periodo de sesiones de la nueva Asamblea Nacional, previsto para julio.
Estados Unidos pide al nuevo presidente de Cuba que escuche el deseo del pueblo cubano de un país más libre y democrático
Y sobre todo, que mejore su calidad de vida y acabe con la represión. La portavoz del departamento de Estado, Heather Nauert, se lamenta de que los ciudadanos no hayan podido participar en el proceso de elección y pide a Diaz Canel que haga más reformas: "El nuevo presidente de Cuba debe tomar medidas concretas para mejorar la vida del pueblo cubano, respetar los derechos humanos y cesar la represión y permitir mayores libertades políticas y económicas. Instamos al nuevo presidente a escuchar y responder a las demandas de los ciudadanos cubanos de una Cuba libre y democrática más próspera".

El secretario general de la Organización de los Estados Americanos, OEA, Luis Almagro, lamenta la transición ilegítima de la "dictadura" de Cuba con el relevo de Raúl Castro.

Los exiliados cubanos en EE.UU. coincidieron en calificar de "insulto a la democracia", "farsa" y "arbitrario" el relevo en la Presidencia cubana.

Díaz-Canel, recibió el respaldo de varios Gobiernos aliados, que resaltaron que con su elección se profundiza el "legado revolucionario", mientras que EE.UU. reiteró su llamado a que se den pasos "concretos" para mejorar la vida del pueblo de la isla.