Hay que echar la mirada más de un año atrás en bolsa para recordar otra jornada en la que OHLA registrara un repunte similar después de que los inversores hayan recibido con euforia en el mercado sus cuentas trimestrales. Pero, ¿qué piensan los expertos?

OHLA: ¿El resurgir de un clásico o la eterna decepción?

La compañía sube en bolsa al calor de unos resultados trimestrales que dejan atrás los números rojos

Obrascón Huarte Laín y Amodio, OHLA. Una compañía con más de 100 años de historia, que ahora está en manos de los hermanos mexicanos del grupo Caabsa, y que se ha visto envuelta en ciertas dificultades en los últimos años, entre ellas, la salida inesperada de su consejero delegado, Juan Antonio Fernández Gallar.

Sus resultados hasta septiembre arrojan un beneficio neto de 14,2 millones y lo más importante, abandonar las pérdidas de casi 89 millones de euros de un año antes.

Unos resultados que han tenido una buena acogida por el mercado, pero a los que los analistas miran aun con recelo. Desde Renta 4 valoran "los esfuerzos" que está realizando la compañía para no consumir caja en la actividad, pero todavía miran con prudencia a “la capacidad que tiene el grupo para hacer frente a sus vencimientos de deuda los próximos años".

Una cautela en la que coincide el analista de Banco Big, Nicolás del Río. "Es demasiado pronto para tomar posiciones en OHLA, tenemos una posición neutral porque se encuentra muy cerca de mínimos históricos".

OHLA, un valor que 'vive de calentones'

Entre los lastres que tiran de la compañía destacaría su deuda. A pesar de que ha conseguido reducirla un 38%, todavía tiene un saldo negativo de 145 millones de euros. Otros análisis, como el del Sabadell, ponen en relevancia la necesidad de desinvertir en activos no estratégicos en vista a poder refinanciar sus bonos de deuda.

El que sea uno de los mayores grupos de construcción en España ha caído más de un 90% desde sus máximos históricos, según Alberto Iturralde, responsable de Operativa Dax. "La realidad del precio es que no ha levantado cabeza en condiciones, es el último valor que un inversor debería de tener en cartera". "Vive de calentones y de largas temporadas de decepción".