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Bruselas ha enviado este miércoles un pliego de cargos al gigante estadounidense de Internet en el que le acusa formalmente de abuso de posición dominante. La Unión Europea (UE) argumenta que favorece de forma sistemática a su servicio de comparación de precios, Google Shopping, frente a sus rivales en los resultados del buscador. Esto no sólo perjudica a los competidores empresariales, sino también a los consumidores, según el análisis de la Comisión Europea. El buscador tiene ahora un plazo de diez semanas para presentar alegaciones y solicitar una audiencia de defensa.

Además, el Ejecutivo comunitario ha abierto una investigación formal sobre el comportamiento de Google en cuanto a su sistema operativo Android. La Comisión examina si la compañía ha vulnerado las normas de competencia de la UE obstaculizando el desarrollo y el acceso al mercado de sistemas de explotación, aplicaciones y servicios para dispositivos móviles inteligentes rivales.

La multa de Bruselas a Google podría llegar al 10% de su volumen de negocios, según algunos analistas. Además, podría obligar a la empresa a realizar cambios estructurales en su buscador.

La comisaria europea de política de Competencia, Margrethe Vestager, ha declarado lo siguiente: «El objetivo de la Comisión es aplicar las normas antimonopolio de la UE para garantizar que las empresas, con independencia de su nacionalidad, no denieguen artificialmente a los consumidores europeos una capacidad de elección tan amplia como sea posible ni paralicen la innovación».

La batalla con la empresa no es nueva. Ya el anterior comisario de Competencia, Joaquín Almunia, abrió una investigación contra el gigante tecnológico en 2010 y trató en tres ocasiones de alcanzar una solución negociada, eludiendo el envío del pliego de cargos. Sin embargo, las concesiones que ofreció la compañía fueron rechazadas.

Almunia identificó cuatro puntos de preocupación dentro de la actuación de Google. La acusación actual se refiere al primero de ellos y la Comisión ya ha señalado que no descarga ampliar la investigación al resto: copia de contenido web rivales, publicidad exclusiva y restricciones indebidas a anunciantes.

Google ya ha respondido a estas acusaciones y ha dicho que está en "fuerte desacuerdo" con la decisión de la Comisión. Asegura que los consumidores cuentan con más elección que nunca antes en buscadores y también en servicios especializados de compra. El gigante tecnológico "disiente respetuosa pero enérgicamente" con Bruselas.