La economía China recibe buenas noticias después de que el precio de la vivienda nueva en el primer mes de 2016 reputara un 54% en comparación con diciembre. Según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas, este precio aumento en 38 de las 70 principales ciudades del gigante asiático.

Sin embargo, en enero cayeron en 24 urbes chinas, lo que supone un 34% del total, mientras que en el 11% restante se mantuvieron sin cambios.

En el cálculo interanual, los precios de la vivienda nueva crecieron en 25 ciudades, cuatro más que al cierre de 2015. En comparación con todas las ciudades estudiadas, Shenzhen, al sur del país junto a la isla de Hong Kong, experimentó el mayor aumento con un alza del 52,7%.

Los ciudadanos de Pekín también han sufrido la escalada de los precios interanuales de la nueva vivienda con una expansión del 21,4% y del 11,3% en la metrópoli financiera de Shangái.

El Gobierno chino no dan a conocer los precios medios del mercado inmobiliario en el conjunto del país ni tampoco un porcentaje aproximado de las oscilaciones, pero divulgan los cambios interanuales e intermensuales en las mayores ciudades del territorio.

Por su parte el precio de la vivienda usada a principios de enero aumentó en 37 ciudades, pero cayó en otras 25.

El parón del sector mobiliarios ha contribuido a la ralentización de la segunda economía mundial y que le ha llevado a crecer a ritmo de 1990 con un dato del 6,9%. El Ejecutivo chino ya ha anunciado un paquete de medidas para reanimar el sector, como rebajas de los tipos de interés o la reducción de impuestos a algunas transacciones inmobiliarias.