Esta es la historia del empresario chino Wang Jianlin, un veterano del Ejército Popular de Liberación que ha logrado amasar una inmensa fortuna como uno de los mayores magnates chinos del mercado. Y ha pasado de estar en la cima, a evitar a duras penas la bancarrota con su negocio inmobiliario, de servicios y de entretenimiento.
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Su fundador, Wang Jailin, toca ahora la puerta de entidades bancarias y pequeños inversores para reestructurar la deuda, sobre todo de corto plazo.
¿Qué le ha pasado a Wanda?
La regulación de Pekín y las medidas anti Covid 19 han hecho estragos en los números de la compañía. Sus problemas comenzaron hace ya 6 años, cuando el reinado de Xi intensificó las medidas contra los magnates del sector. Fue entonces cuando Wang abandona, a partir de ese momento, su inversión, casi por completo en la cadena de cines estadounidenses AMC Entertaiment Holdings y que había comprado en el 2012 por 2.600 millones de dólares. Y a partir de ahí comenzaron sus desinversiones.
Wanda ha pasado entonces de tener inversores de grandes figuras y bancos....a la situación actual: ir tocando la puerta de reguladores y pequeños inversores para que apoyen a su conglomerado inmobiliario. Y además de eso, cruzar los dedos para que su inversión en centros comerciales refuerce la liquidez del grupo. Todo ello, inmerso en una crisis del sector, que equivale, según datos de Bloomberg, al 12% del PIB de China bajo riesgo de incumplimiento de pago.
Próximos pasos....
Esta coyuntura a la que se enfrenta Dalian Wanda Group tendrá su momento crítico a finales de este mes de junio.... ¿Por qué? Será entonces cuando los prestamistas estatales evalúen los riesgos de los préstamos al grupo y las solicitudes de reinversión.
Todo está en el aire, y la fortuna de Wang Jianlin podría pender de un hilo. Habrá que ver si Pekín y su mercado dejan caer a uno de sus grandes o si, por el contrario, le dan más tiempo para que solvente sus deudas y salvar los muebles.
