El fondo soberano de Noruega ha alcanzado el valor de 1 billón de dólares gracias a la debilidad del dólar y al repunte de los mercados bursátiles. Se trata de la primera vez en la historia que el mayor fondo soberano del mundo marca este hito.

Sin embargo, ser un fondo tan grande tiene sus problemas. Uno de ellos es la dificultad para encontrar mercados en los que invertir. Ante la riqueza del fondo, el Gobierno noruego siente la tentación de invertir en nuevos activos, como las infraestructuras. Pero según el consejero delegado del fondo, este tipo de inversiones ahora no son productivas porque son costosas y conseguirían unos retornos insignificantes para el tamaño del fondo.

Actualmente el fondo soberano de Noruega tiene alrededor de un 70% invertido en renta variable, con lo que ha aumentado cerca de un 10% su inversión. Una inversión que podría ayudarle a obtener mayores rendimientos o al menos mantener el rendimiento real anualizado del 8% que ha tenido en los últimos cinco años.

Dentro de la renta variable, el fondo invierte en cerca de 9.000 compañías repartidas en 77 países. Su mayor exposición está en Apple, Nestlé, Alphabet, Royal Dutch Shell y Microsoft y por ahora ha habido pocas discusiones sobre apostar por entidades más pequeñas y ágiles.

Además, el fondo ha reducido sus operaciones en divisas y ha pasado de invertir en 23 monedas a invertir sólo en tres: el dólar, la libra y el euro, ya que considera que no tiene sentido diversificar su cartera teniendo en cuenta el panorama actual de tipos de interés.

En cuanto al futuro, Noruega espera seguir creciendo hasta 2025, año en el que espera alcanzar un valor de 1’3 billones de dólares. Aunque las estimaciones son poco fiables, puesto que no esperaba alcanzar el billón hasta 2018.