El coche autónomo sigue sobre ruedas. La multinacional estadounidense Delphi se ha propuesto un reto: cruzar Estados Unidos de costa a costa con un Audi SQ5 adaptado que circulará básicamente sin asistencia humana. Se trata de la prueba más larga de este tipo realizada en el país.

Con ello, Delphi pretende demostrar su creciente destreza en las aplicaciones para coches de conducción autónoma. El automóvil estará equipado con cámaras especiales, radar, conexiones wireless y lidar, una tecnología que permite determinar la distancia desde un emisor láser a un objeto o superficie mediante un láser pulsado.

El Audi SQ5 comenzará su trayectoria el 22 de marzo desde el Golden Gate, en San Francisco y se espera que llegue el 3 de abril a Nueva York, coincidiendo con la inauguración del salón del automóvil. El coche viajará entre seis y ocho horas al día hasta recorrer los 5.633 kilómetros que separan las dos ciudades. Dadas las exigencias legales del código de circulación de vehículos autónomos, dos ingenieros de Delphi viajarán en su interior para observar de cerca su funcionamiento.

Este largo viaje permitirá a la multinacional recoger datos que resultarán muy útiles en la futura fabricación de vehículos autónomos. Delphi pretende aprovechar esta oportunidad para probar y demostrar sus sistemas de seguridad que están siendo desarrollados por Mobileye NV, un fabricante israelí de sistemas de visión por ordenador y prevención de colisiones. El software que interpreta los datos trazados por estos sistemas y los algoritmos que ayudan al coche a tomar las decisiones de conducción han sido desarrollados por Ottomatika, una compañía creada por la Universidad Carnegie Mellon.

Delphi estima que para el año 2020, el conjunto de tecnologías instaladas en este Audi SQ5 podrían formar parte de la producción de nuevos vehículos con un coste adicional de unos 5.000 dólares. Aunque durante la próxima década este tipo de automóviles comenzarán a ser una realidad, el conductor seguirá siendo quien actúe en casos de emergencia.