El presidente francés, Emmanuel Macron, se reúne hoy con sindicatos, patronal y altas instituciones del Estado para analizar la crisis de los "chalecos amarillos". Esa cita será el primer paso antes de los anuncios que puede hacer a las 8 de esta misma noche y que será la primera comparecencia en este conflicto. El ministro de exteriores galo, Ives Le Drian, espera que sirva para parar las manifestaciones.

Entre las propuestas que puede presentar se encuentran una revalorización del complemento mínimo de la vejez para los pensionistas menos favorecidos. Crear también algo similar para los que tienen sueldos más bajos. Aportar una prima para la movilidad, una vez congelada el alza de los carburantes. También se prevé que pueda acelerar una supresión de determinados impuestos municipales y de las cotizaciones sobre las horas extra.

Según algunos análisis estas medidas pueden tener un coste hasta 15.000 millones de euros. Y eso que se descarta un aumento al salario mínimo ya que el ministro de Trabajo, Muriel Penicaud, ha afirmado que si se hace al final lo que sucede es que se  “destruyen empleos”.

Cerca de 140.000 personas participaron en las manifestaciones que se saldaron con unos 2.000 detenidos y con muchos más daños. Según la patronal de la pequeña empresa el impacto económico será de unos 10.000 millones de euros. El ministro de Economía, Bruno Le Maire, ha asegurado que afectará al crecimiento del PIB.

Por cierto que los servicios de inteligencia franceses procuran determinar si grupos de activistas vinculados a fuerzas extranjeras han intentado manipular y amplificar la movilización de los "chalecos amarillos". Estudian una injerencia rusa con la creación de varias cuentas en redes sociales.

El diario británico The Times  y la agencia de noticias Bloomberg aseguran que "centenares de cuentas vinculadas a Rusia" intentaron amplificar las manifestaciones callejeras.