La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ve "absolutamente injusta" la iniciativa del nuevo Gobierno de imponer un impuesto a la banca, tanto que seguramente no serán capaces de implementarla", ha explicado la directiva en la presentación de resultados de la entidad.




Considera que la medida "es una herramienta de patas cortas, pues el sector no lo aguanta todo". No obstante, Dancausa ha dicho que, si al final termina imponiéndose, la entidad se compromete a cumplirlo, aunque reconoce que la capacidad de maniobra de Bankinter es "menor" a la de otros grandes bancos. Si se diera tal escenario, descarta un cambio de estructura legal o de sede.

Al igual que el resto de la banca española, Bankinter ha trasladado a la patronal, la Asociación Española de Banca, esta preocupación. De forma personal, Dancausa ha dicho que antes de que Pedro Sánchez fuera presidente le pidió que contara con su opinión en caso de que esta medida se llevara a cabo, pero hasta la fecha no ha recibido ninguna llamada del jefe del Gobierno para abordar este asunto.

Por su parte, el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, alerta de que elevar la tasa fiscal de los bancos afectaría al valor de la acción en Bolsa y a la solvencia de las entidades españolas.

Por otro lado, liga este posible impuesto con la rentabilidad de las entidades financieras, en un contexto en el que el coste de capital está por encima de la rentabilidad de los bancos, por lo que las entidades europeas se enfrentan al reto de ser rentables, de modo que la rentabilidad financiera equivalga, al menos, al coste de capital.

En las últimas horas, el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, dejaba la puerta abierta a repensar su estructura legal si se materializa el impuesto.