El último Consejo Europeo del año se centra en la resolución de los grandes problemas que ocupan la agenda de la Unión Europea: la crisis de los refugiados, las diferencias económicas entre norte y sur, el Brexit y el proyecto de la PESCO, el club de Defensa de la Unión Europea. El mayor obstáculo para estos objetivos son las diferencias y conflictos entre países de la Unión Europea.

Angela Merkel, canciller alemana, pone énfasis en la crisis de refugiados por la necesidad de aumentar "no solo la solidaridad externa sino también la solidaridad interna" porque el sistema de Dublín de reparto de refugiados no funciona. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, abrió el debate acerca de la migración hace dos días, cuando criticó el sistema de las cuotas obligatorias porque "han dividido mucho y no funcionan".

Tusk ha explicado hoy que mientras los problemas de la Unión Monetaria derivan de las diferencias entre norte y sur, aquellas entre este y oeste son las que suponen una dificultad para la aceptación de refugiados. Al pasar por la alfombra roja particular del Consejo Europeo, tanto Tusk como Merkel y Emmanuel Macron, presidente francés, recalcaron la necesidad de aumentar la unión y la "solidaridad" entre los países europeos para lograr.

Macron y Tusk incidieron en la importancia de la formación de PESCO como principio de una defensa y seguridad común de la Unión Europea. Macron pidió además que se diera más importancia a África y específicamente a Libia.

Mientras Macron deja de lado el tema de la salida de Reino Unido, porque "no vamos a hablar solo del Brexit", Merkel y Tusk le dedicaron un punto importante. Ambos valoran positivamente que las negociaciones estén avanzando.