Los blue jeans vuelven a llevarse en Wall Street. Levis Strauss, la empresa que los inventó en 1873, regresa a la bolsa la próxima semana después de más de 3 décadas. Se espera que salga al mercado con 37 millones de títulos, según Reuters, en una horquilla entre 14 y 16 dólares por acción, por lo que planea recaudar unos 100 millones de dólares.

Además, en algunos medios como el Financial Times o la agencia Reuters ya se habla de que la empresa podría estar valorada en 6.000 millones tras la OPV.

Pero no es la primera vez que Levi Strauss cotiza en bolsa. Ya lo hizo entre 1971 y 1985, porque  ese año los descendientes de su fundador decidieron sacarla del mercado para volver a ser los únicos propietarios.

Ahora, entre los planes Levi Strauss está ir más allá, no quedarse solo en los vaqueros. Quiere apostar más por otro tipo de prendas como camisetas, ropa de mujer, o zapatos. Además, también quiere aprovechar el tirón de mercados como China para aumentar su presencia allí. Una gran oportunidad si tenemos en cuenta que representa el 20% del mercado mundial de prendas de vestir, que el continente asiático va a ser el que más rápido crezca en valor del mercado de vaqueros hasta 2023, pero también que solo el 3% de los ingresos de Levi’s proceden de aquí.

La empresa está en presente en 110 países y tiene más de 50.000 puestos de venta. En 2018 sus ingresos crecieron un 14% hasta los 5.600 millones, aunque sus beneficios se estancaron en los 285 millones.

Desde una consultora estadounidense apoyan su salida a bolsa: creen que el vaquero está haciéndolo mucho mejor que en el pasado y que Levis tiene la capacidad de acaparar buena parte del mercado. De hecho, un estudio cree que el mercado del Denim crecerá casi un 6% hasta 2023, pasando a valer 79.200 millones de dólares para entonces.

Pero desde que cotizó por primera vez en bolsa han pasado 3 décadas, y en ese tiempo la cosa ha cambiado mucho. Por aquel entonces, Levi’s era la reina indiscutible de los vaqueros. Ahora, la cosa se ha puesto un poco más fea con el auge de la competencia. Así que veremos qué tal le sienta a Wall Street estrenar los blue jeans la próxima semana.