“No hay más que oír los discursos y uno diría que esto está calcado. A veces las palabras son incluso las mismas. Hay indicios en Europa, y particularmente en España, y lamentablemente la gente se deja llevar por esos cantos de sirena pero no se da cuenta de que detrás está la destrucción de las instituciones”. Leopoldo López Gil alerta en una entrevista en Capital Radio sobre los discursos populistas y cómo están calando en la sociedad: “No digan que España no es Venezuela, siempre puede pasar”. Puedes escuchar aquí la entrevista completa realizada por Luis Vicente Muñoz en Capital Radio.


El padre del preso más famoso de Venezuela vive en España desde hace más de tres años, desde donde defiende la libertad de su hijo y critica duramente al gobierno de Nicolás Maduro. “Las remesas se han convertido en un problema y el gobierno está invadiendo a la banca. El principal grupo de banca privada del país ha visto cómo ponían en prisión a 11 de sus directivos tratando de disfrazar el tema de las remesas como algo ilícito” señala López en referencia a Banesco y la última crisis que ha llevado a Venezuela a ocupar las portadas de la prensa internacional.

Este último paso no hace más que agravar la dura situación económica que ha dado a Venezuela “el dudoso honor de ser la economía con la mayor inflación del mundo” que impide, por ejemplo, comprar un desayuno “incluso con el salario mínimo”. López considera que es esta situación uno de los motivos por los que el apoyo a Maduro sigue siendo latente aunque haya disminuido en los últimos años de forma importante. “Si es cierto que el gobierno tiene una apariencia de respaldo es porque han logrado que la población sea absolutamente dependiente de las acciones y ayudas del gobierno” explica a Luis Vicente Muñoz.

Con tres millones de venezolanos fuera del país, Leopoldo López reconoce que la mediación internacional no termina de funcionar y en este sentido critica la postura de quienes opinan como el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. “Insisten en una cosa absurda que es la vía del diálogo. Los diálogos con los sordos son imposibles porque no oyen, solo contestan. Ese es el problema que tenemos en Venezuela con el llamado diálogo” retrata.