El mercado de trabajo español aún tiene profundas grietas de desigualdad. La brecha salarial se mantiene inalterable en España. Actualmente, las mujeres cobran una media de 4.636 euros menos al año que los hombres, lo que supone casi un tercio –un 28,7%- menos que ellos, según la actualización del informe ‘Brecha salarial y techo de cristal tienen nombre de mujer’, elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) con motivo del Día Internacional de la Mujer.

De este modo, según los últimos datos disponibles, que datan de 2015, en el último año la brecha salarial se habría mantenido prácticamente estable –en 2014 era de 4.620 euros de media-. Una tendencia que choca con los años previos, pues entre 2005 y 2015 estas diferencias se rebajaron casi un 15%; es decir, las mujeres percibieron unos 885 euros más de media en la última década.

Uno de los datos más alarmantes que se ponen de relieve es que las mujeres ocupan todavía la mayoría de puestos laborales que están por debajo del umbral del mileurismo.

Los 1.000 euros mensuales se han convertido en la verdadera barrera salarial para las españolas. De hecho, una vez que se alcanza esa cifra, la presencia femenina en los distintos puestos se reduce paulatinamente, hasta desplomarse en la ocupación de puestos que perciben un salario medio por encima de 50.000 euros al año. La mayoría de personas con un salario anual de 11.377 euros son mujeres.



Menos sueldo cuanto más mayores

Otro de los aspectos que destacan los Técnicos de Hacienda es que la edad también penaliza a las mujeres a la hora de cobrar. Si los salarios al inicio de la actividad laboral son muy precarios para ambos sexos –la brecha salarial es de entre un 15% y un 19% hasta los 35 años-, a medida que pasa el tiempo, las diferencias empiezan a ser más acusadas.

Es a partir de la madurez –alrededor de 36 años-, cuando la brecha se ensancha debido a que es la edad en la que los trabajadores comienzan a ser promocionados. Así, en el tramo de edad de entre 36 y 45 años, el diferencial escala en el último año al 25% desde el 16,3%, siendo ya del 34,2% a las puertas de la jubilación, entre los 55 y los 65 años.

Pero es después del ‘retiro dorado’ cuando las estadísticas saltan por los aires, pues solo un 1% de las mujeres decide –está obligada o le permiten- seguir trabajando una vez alcanzada los 65 años, lo que dispara la brecha salarial al 104,5%. Es decir, las mujeres que trabajan una vez pasada la edad de jubilación cobran menos de la mitad que los hombres, 8.412 euros menos de media al año que los hombres de su misma edad.

Asturias, Ceuta y Madrid, donde las mujeres cobran menos

El mapa español de la brecha salarial no es homogéneo. Así, Asturias, Ceuta y Madrid son los tres territorios en los que la diferencia de nómina entre hombres y mujeres es más acusada, con un 37,1%, un 36,8% y un 35,8%, respectivamente. Aunque la entrada de Madrid en este pódium pueda sorprender, al ser una de las regiones en las que más mujeres trabajan, el hecho de que en la capital esté la sede de las mayores empresas del país explica esta diferencia, ya que los puestos directivos son todavía ocupados por hombres en su práctica totalidad.