Con meses de retraso, el Consejo de Ministros aprueba este viernes el nuevo y esperado Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, que será aplicado con efecto retroactivo al 1 de enero de este año y está dirigido a jóvenes, mayores y personas en situación de desahucio. El objetivo del Ejecutivo es beneficiar a los colectivos más desfavorecidos en el acceso a la vivienda, especialmente en zonas afectadas por la despoblación rural, a través de ayudas al alquiler y la compra.

Ayudas al alquiler para jóvenes y jubilados que no ganen tres veces el IPREM

El plan contempla ayudas al alquiler para personas de hasta 35 años cuyos ingresos anuales brutos no superen los 22.500 euros brutos (tres veces el IPREM), según explica Beatriz Toribio, directora de estudios de Fotocasa. En esos casos se subvenciona hasta el 50% de la renta mensual en alquileres de hasta 600 euros, que pueden ascender a 900 en el caso de ciudades, como Madrid o Barcelona, con precios de mercado mucho más elevados. El beneficiario no puede ser propietario de una vivienda en España y la casa alquilada debe ser su residencia habitual durante el periodo en que reciba la ayuda, que puede ser de hasta tres años.

Las ayudas al alquiler también se aplican a mayores de 65 años que no tengan un patrimonio de 100.000 euros o superior, ni posean una vivienda en propiedad o ganen más de tres veces el IPREM.

Ayudas a la compra "con poco impacto"

Toribio considera que precisamente “por la situación de mercado se podría haber ido más allá”, especialmente en las ayudas a la compra. “Con los ingresos actuales, y los mismos requisitos del plan para todos los jóvenes, no creo que puedan encontrar productos hipotecarios que se adecúen fácilmente a su perfil. Los bancos miran mucho que los ingresos sean solventes y si además se limitan las ayudas a municipios con menos de 5.000 habitantes serán medidas con muy poco impacto”, asegura la experta.

Los requisitos establecen que no se puede utilizar la ayuda para comprar una segunda vivienda y la cuantía de la misma no puede superar “el 20% del valor de la vivienda ni el valor total los 100.000 euros”. Según Toribio, esto dificulta encontrar opciones disponibles dados los precios actuales del mercado, “pero también es positivo porque desincentiva la compra de viviendas de alto valor y el alto endeudamiento”. El beneficiario tampoco puede ser propietario de la vivienda.

Además, se subvencionaría con ayudas de hasta 10.800 euros la adquisición de una casa que sea la residencia habitual de menores de 35 años en municipios de menos de 5.000 habitantes, una medida que se enmarca dentro de ese objetivo de frenar la despoblación rural.

Ayudas a promotoras que construyan para alquiler

La directora de estudios de Fotocasa cree que también son positivas las subvenciones a promotoras que construyan viviendas en alquiler, ya que ampliarían la oferta disponible. Recibirían hasta 30.000 euros por vivienda de nueva construcción y 2.000 en el caso de las zonas rurales.

Uno de los temores es que como ha sucedido en otras ocasiones no se otorguen el total de las ayudas disponibles. Toribio considera que esta opción es bastante probable en el caso de la compra porque quizá los ingresos máximos que se piden para obtener la subvención sean considerados poco solventes por las entidades de crédito encargadas de proveer la financiación. En el caso del alquiler y la subida de los precios, sobre todo en las grandes ciudades, cree que las subvenciones sí se agotarán al completo.