“Este año India podría superar a Francia y Gran Bretaña para convertirse, por dimensión territorial y humana, en la quinta economía mundial”. Se situaría por detrás de Estados Unidos, China, Japón y Alemania y pasaría de ser una potencia emergente a ocupar el papel que su presidente, Narendra Modi, reclamó en el pasado Foro Económico Mundial en Davos.

El profesor de ESADE y exsecretario general de Casa Asia, Jaume Giné, lanza esa previsión y augura que si hace las cosas bien, el país podría incluso convertirse para 2050 en la tercera economía mundial impulsado por su enorme población: “Las grandes economías del siglo XXI son China e India”.



Pero los desafíos para alcanzar ese objetivo son muchos y diversos. En un país que ronda los 1.300 millones de habitantes, el segundo más poblado por detrás de su vecino del norte, hay unos 300 millones de personas que sobreviven con menos de 2 dólares al día. “India precisa acelerar la modernización de una sociedad muy compleja. Debe mejorar las infraestructuras sociales, de educación, salud y transporte. Si no invierte más y mejor en todo ello, pueden perder sus grandes potencialidades” asegura Giné. “Debe crear 13 millones de puestos de trabajo cada año y eso requiere inversión en todas las direcciones” añade.

Desde las instituciones públicas y privadas se intenta atraer inversión para alcanzar esos objetivos. India ya es uno de los principales receptores de Inversión Extranjera Directa mundial y está consiguiendo atraer capital que impulse su desarrollo con proyectos como el programa Make in India mientras comienzan a dar sus frutos las últimas reformas económicas. En 2016 comenzó la desmonetización, con la salida de circulación de los billetes de 500 y 1.000 rupias para sustituirlos por otros nuevos en un país donde la inmensa mayoría de las transacciones se hacían en efectivo. La medida estaba destinada a frenar la economía informal y detener el flujo de dinero negro y se sumaba a otra decisión de gran calado: una reforma impositiva integral. Aunque algunas empresas registraron problemas de liquidez, el gobierno estima que el número de contribuyentes ya ha aumentado cerca de un 50%.

"Desde el punto de vista económico todavía está lejos, pero desde el geopolítico India ya es un contrapeso a China" Rubén Campos


“En India, como ha pasado con China, estamos viendo un proceso de reemergencia. Ya es una potencia regional relevante con aspiraciones de extender esa influencia en el ámbito global” asegura Rubén Campos, coordinador de programas en el Club de Madrid e investigador del Real Instituto Elcano. Para dar ese salto se servirá de su ingente capacidad humana, pero también de sus recursos naturales y económicos, que le ayudan además a ejercer de contrapeso geopolítico frente a China en la región.

A su favor cuenta con una democracia sólida, su creciente clase media, su diversidad y la fortaleza del sector servicios, que ya supone más del 50% del PIB. En su contra, existen todavía importantes desigualdades, derivadas en gran parte del fuerte sistema de castas y de la recia estructura patriarcal, donde los feminicidios y violaciones siguen constituyendo un grave problema.

La juventud y formación de su población, sobre todo en tecnología e ingenierías, es otra de sus armas. El técnico del departamento de Acción Tecnológica Exterior del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), Ricardo Rubianes, explica que esto se une a la constitución de India como polo tecnológico en el centro de Asia, con hubs como Bangalore cuyas empresas comienzan ya a competir en la escena tecnológica internacional.

India permite la entrada de inversión extranjera en sectores clave: infraestructuras, transporte, aeropuertos y ferrocarriles. “Hay oportunidades en telecomunicaciones, renovables, biotecnología, tratamiento de aguas, gestión de residuos… muchos sectores que pueden convertir a India en puerta de entrada para España en el sudeste asiático”, explica Rubianes. Pero la relación también se construye a la inversa y el gobierno de Narendra Modi lo sabe. Proyectos como los que coordina el CDTI entre ambos países le abren la puerta a India a todo el mercado iberoamericano.