Sacyr cierra el trimestre con un beneficio neto de 42,6 millones de euros, un 68,4% más que el mismo periodo del año anterior gracias a las plusvalías por venta de activos, la mayor contribución de sus participadas, entre ellas Repsol, y la ausencia de provisiones contables.

La cifra de negocios del primer trimestre crece un 3,5% hasta los 680 millones de euros gracias a su actividad internacional que supone un 53% de su cartera total.

Tras la venta de Testa, el Ebitda asciende a 81 millones, un 7% más que el año anterior. Mientras que el margen Ebitda sobre cifra de negocios se sitúa en el 11,9%, frente al 11,4% del primer trimestre de 2015.

La compañía explica que el crecimiento de la cifra de negocios y del Ebitda es consecuencia de la favorable evolución de las actividades de Concesiones, Servicios e Industrial, cuyo buen comportamiento compensa la desaceleración de la actividad de construcción. Entre estas actividades se encuentra la venta de tres activos concesionales en Portugal por 113 millones de euros incluyendo la deuda asociada.

A 31 de marzo la deuda financiera neta del grupo se situaba en 4.223 millones de euros: de los que 2.051 millones están ligados a las actividades de la compañía y 1.629 millones corresponden al crédito por la participación del 8,48% en Repsol, cuyo coste financiero se cubre con el dividendo.