El presidente de EEUU, Donald Trump, envía al Congreso su plan de reforma migratoria. Y eso incluye el muro en la frontera con México, agilizar la expulsión de menores centroamericanos, contratar a más agentes y limitar la concesión de visas mediante un sistema de méritos.

El plan se basa en tres objetivos: garantizar las admisiones seguras y legales, defender la seguridad del país y proteger a los trabajadores y contribuyentes. Trump insiste en que la construcción del muro es "imperativa" y que se contratarán 10.000 agentes, 1.000 abogados, 300 fiscales federales y 370 jueces adicionales para el control de fronteras.

Sin embargo, el Partido Demócrata ha asegurado en un comunicado que "exigir el muro a cambio de la ley para los 'soñadores' está muy lejos de lo razonable", y ha descartado "explícitamente" la construcción del muro en las negociaciones para renovar la protección de los menores afectados por la extinción del DACA, unos 800.000.

Trump aclara que hay cientos de miles de menores que han llegado solos al país: "Bueno, estamos trabajando en un plan - sujeto a un masivo control fronterizo, estamos trabajando en un plan para los niños. La gente quiere que eso suceda, tenemos 800.000 jóvenes traídos aquí. Vamos a ver cómo funciona, pero vamos a tener una seguridad masiva en la frontera como parte de ese plan y creo que algo puede suceder veremos lo que pasa, pero algo sucederá".

Con respecto al visado basado en el mérito, el presidente plantea crear un sistema de puntos para obtener la llamada "green card", así como limitar los permisos de residencia para cónyuges e hijos menores de edad de ciudadanos que ya residen en el país.