La FAO, la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, asegura que los precios de la mayoría de los alimentos básicos descenderán ligeramente durante la próxima década, hasta el año 2026.

Debido al crecimiento a un ritmo más lento de la demanda mundial. Se calcula que los precios de los alimentos básicos se mantendrán por debajo de los picos que se han registrado durante la última década en un contexto de máxima producción y abundantes suministros de la mayoría de esos productos.

El informe subraya que el ritmo de crecimiento de la demanda mundial caerá a la mitad en la mayoría de los productos básicos, incluidos los cereales, la carne, el pescado y el aceite vegetal.

Así lo afirma un informe elaborado por y la OCDE en la que aseguran que estarán en niveles de antes de 2007. El secretario general, Ángel Gurría, destaca la necesidad de la cooperación económica internacional, a pesar de las dudas que se vieron en la pasada reunión del G20 por la actitud más proteccionista de Estados Unidos. Entre los países con menor aumento de la demanda destaca a China al haberse moderado la subida de los ingresos.

Los precios nominales de los alimentos han incrementado en el último decenio y van a seguir esta tendencia. Así lo asegura Sergio René, economista de la FAO. René explica que en el informe que han elaborado, se prevé que los precios que se van a mantener estables o van a disminuir hasta 2026 son los reales. Además, señala que habrá una desaceleración en el incremento de la demanda en muchos productos básicos. Espera que al haber cada vez más población, la demanda de alimentos incremente.

A la pregunta de si los países pueden aplicar medidas proteccionistas a sus productos y si esto puede influir en los precios de los alimentos, René asegura que sí y que por eso sólo se incluyen las medidas que están ya aprobadas.

Escucha aquí la entrevista completa: 

Las perspectivas futuras obligan a emprender reformas en infraestructuras, adaptación al cambio climático, innovación, sistemas de protección social y gestión de la reducción de riesgos, incluyendo la diversificación de los cultivos y de las fuentes de ingreso de los agricultores.

También se analiza la situación concreta del Sudeste Asiático, donde se necesita una mejor gestión de los recursos naturales ante la fuerte presión que, por ejemplo, ya ha afectado al pescado y al aceite de palma de exportación.

El economista de la OCDE Jonathan Brooks detalló que, mientras el consumo de carne crece a menor ritmo en China, el de productos lácteos se ha acelerado en la India, si bien su impacto se limita al ámbito local y no se espera que impulse de forma global la demanda de alimentos.