Las dudas planean una vez más sobre la economía china, después de conocer que la inversión en activos fijos crece al ritmo más bajo en casi 18 años. La cifra está por debajo de lo esperado (8,2%), pero tampoco cumplen las previsiones las ventas al por menor de agosto, que repuntan un 10,1% frente al 10,5% previsto, ni la producción industrial de los ocho primeros meses del año, que suman un 6% frente al 6,6% que preveía el consenso del mercado. Datos que muestran un enfriamiento de la segunda economía mundial, según los analistas.



Estas cifras son previas a los datos de inflación de Estados Unidos que conoceremos esta tarde y podrían darnos pistas sobre la dirección que tomará la política monetaria de la Reserva Federal. Los mercados continúan digiriendo también el alza en los rendimientos del tesoro de EEUU durante la madrugada, después de que el republicano Paul Ryan dijera ayer que la reforma tributaria se conocerá el 25 de septiembre. Estas palabras impulsan al dólar en sus principales cruces, aunque sube hoy el dólar australiano después de que los números del mercado laboral del país hayan superado con creces las estimaciones. La economía australiana suma 54.200 empleos en agosto respecto a julio, más del doble de lo esperado, y la tasa de paro permanece en el 5,6%.

En cualquier caso, los malos datos en China lastran la sesión asiática, con caídas del 0,3% en los indices japoneses y chinos y del 0,6% en Hong Kong. Hoy vuelven las ganancias para las compañías tecnológicas, frente a las pérdidas de las manufactureras, minoristas y empresas ligadas a materias primas. Frente a los descensos de ayer entre los proveedores de Apple, hoy las empresas surcoreanas ligadas a la estadounidense cotizan con subidas y también otras empresas del sector. Samsung sube un 1%, SK Hynix un 1,19% y LG un 3%. También recuperan terreno Foxconn y Largan Precision. Y en el lado contrario hoy vemos caídas para Toshiba del 2,4%, a la espera de confirmar la venta de su negocio de chips al consorcio liderado por Bain Capital.

Por otro lado, y en el marco del Singapore Summit, destaca un informe de Boston Consulting Group, que alerta que la ventaja competitiva para las economías asiáticas, muchas de las cuales dependen de la mano de obra barata y las exportaciones para crecer, probablemente van a ver como se erosiona a medida que la tecnología cambie la forma en que operan los fabricantes manufactureros. Explica que tecnologías como la robótica o la simulación digital están permitiendo a las empresas fabricar productos personalizados en ubicaciones más cercanas a sus clientes y de una manera más rentable. Esto supone un cambio en la práctica tradicional de producir muchos productos estandarizados y a gran escala en un puñado de fábricas en países de bajo coste. Pone de ejemplo a Adidas, que ha trasladado ya parte de su producción a Alemania, o a Foxconn, que solía fabricar productos electrónicos para todas las grandes marcas y ahora se dirige a México y planea fabricar directamente en EEUU. BCG adelanta que muy pronto veremos productos chinos “Made in America”.