El Tesoro ha colocado una emisión sindicada de 7.000 millones de euros en obligaciones a 10 años, la primera de este tipo desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa. El vencimiento del nuevo bono será el 30 de julio de 2028.

La demanda de los inversores ha sido superior a los 24.000 millones de euros, según IFR, un servicio de información de Thomson Reuters especializado en renta fija. España ha fijado el precio de 55 puntos básicos sobre midswaps, referencia en este tipo de emisiones, el precio inicial del bono era de 57 puntos básicos, referencia en este tipo de emisiones.

Los bancos encargados de la colocación son Barclays, BBVA, BNP Paribas, HSBC, JP Morgan y Santander.

En una emisión sindicada, se contrata a un grupo de bancos que coloca la deuda directamente a inversores, a un precio acordado, sin un proceso de subasta ordinario.

La emisión se produce en un contexto de repunte de la prima de riesgo española que está por encima de los 100 puntos básicos, en 104. Hoy está cediendo ligeramente la italiana, hasta los 248 puntos básicos, aunque todavía muy encima de la española. Caídas también para la griega tras la decisión  de la agencia S&P que ha elevado la calificación de la deuda con perspectiva estable.

Los bonos están bajando de precio y subiendo la rentabilidad. El activo a 10 años español sube su rendimiento hasta el 1,39% y el bund germano hasta el 0,34%.