Abrimos la semana con la noticia de la considerable multa que la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia (CNMC) ha puesto a 95 concesionarios de automóviles involucrados por pactar fijar precios, entre otras cosas. A esto se le llama en derecho cártel. En este caso, comprendía las zonas de Madrid, Cataluña, Andalucía, Norte, Asturias y Valencia.

El sector de la distribución del automóvil lo ha pasado muy mal durante la actual crisis, pero ahora descubrimos que no todo han sido buenas prácticas. Por una parte, intercambiaban información sensible acordando la fijación de los descuentos máximos y las condiciones comerciales con secretismo. Y por otra, hacían un seguimiento del cumplimiento de dichos pactos estableciendo, en algunos casos, un mecanismo de sanción para quien no los siguiera.

Hay que felicitar a la CNMC porque el asunto es también fruto de la puesta en marcha del programa Clemencia que permite la tramitación confidencial de solicitudes que posibiliten a dicha institución la detección de un cártel. Consiguientemente, las empresas que aporten elementos de prueba se benefician de la exención o reducción en el pago de la multa que les habría correspondido por su participación en el acuerdo prohibido.

Lo cierto es que los clientes, tarde o temprano acabaremos pagando, indirectamente, estas multas... pero la buena noticia es que existe un mecanismo de protección que permite la indemnización, frente a este tipo de prácticas, a todos aquellos que sufrieran daños y perjuicios. Podrán presentar su demanda en los tribunales civiles porque como compradores no pudieron beneficiarse de mayores descuentos o mejores condiciones comerciales.

Está claro que el maltrecho sector de la distribución del automóvil lleva años necesitando una puesta a punto.

Nos preguntamos si sabrán hacerlo aunque confiamos en él ya que conocemos esa sabia joven, preparada, con ganas de jugar un papel independiente de las grandes marcas, que tiene ideas propias y sufridora en sus propias carnes de los riesgos que determinadas prácticas conllevan, como aquí vemos. Estamos seguros de que, bien asesorada, no participará en el futuro de estas conductas.

Arcadio García Montoro. Abogado.