“Donald Trump quería declarar una guerra comercial y se ha dado cuenta de que le han declarado a él la guerra de divisas”, asegura el analista financiero y asesor del Fondo Multiciclos Global Renta 4, Juan Ignacio Crespo. En Capital, la Bolsa y la Vida, explica que desde que se viera la intención de implantar aranceles a productos chinos, “el yuan no ha parado de depreciarse y prácticamente ha perdido el efecto del arancel del 10%”.



Mientras, el Ministerio de Comercio de Chinca ha abierto una investigación a las importaciones de productos de acero inoxidable de la UE, Japón, Corea del Sur e Indonesia con el objetivo de determinar si se venden en el país por debajo de su precio de mercado. “La decisión forma parte de la misma acción defensiva y de la intención de China de mejorar su posición competitiva en el mercado internacional”, señala Crespo.

A pesar de estos movimientos, el analista financiero considera que todavía es pronto para delimitar los efectos económicos de la guerra comercial. “Se produce un fenómeno y es que ante la expectativa de que la imposición de aranceles haga subir los precios en el próximo trimestre se han precipitado muchas importaciones, sobre todo desde Estados Unidos, donde las exportaciones de soja y petróleo se han disparado”, advierte Crespo, “esto podría hacer subir el PIB de Estados Unidos al 4 o 5 por ciento este trimestre”.

Respecto a los mercados, cree que salvo accidentes inesperados en forma de tuit por parte del presidente norteamericano, en verano se mantendrá la tendencia actual en bolsa: caídas, recuperaciones e inestabilidad.