La subida de los salarios mayor de lo esperado en Estados Unidos en enero provocó un pequeño terremoto en los mercados financieros internacionales y abrió la puerta a la volatilidad en las bolsas que ha durado un mes y también pasó factura al dólar.

Treinta días después los inversores vuelven a estar pendientes de las cifras del mercado laboral estadounidense que conoceremos el viernes. El director de inversiones de JP Morgan Asset Management, Manuel Arroyo, confía en que los fundamentales económicos y empresariales son todavía muy favorables y la economía mundial crecerá un 3,5% este año. La clave en este contexto bursátil y macroeconómico es vigilar la inflación: "Si se repite este viernes una tendencia similar, significará que se consolida y puede provocar una reacción mas agresiva de la FED y eso generara subida de las Tires y caídas en renta variable".



Respecto a la divisa estadounidense, explica Arroyo que el dólar se mueve en ciclos largos y tras años de fortaleza, toca ahora un periodo de debilidad frente a sus principales pares. Asegura que esta parte del ciclo no debe preocupar a los inversores: "Un dólar débil y es perfectamente compatible con rentabilidad de los mercados financieros. Siempre que no haya grandes movimientos a corto plazo que provoquen preocupación no tiene por qué afectar a las bolsas".

Otro de los elementos a vigilar es el riesgo geopolítico. Con Europa expectante ante lo que pueda suceder con el gobierno en Italia crece la incertidumbre, pero según este experto el mercado ha reaccionado de forma positiva y continuará centrado en los fundamentales.