La economía de Japón ha crecido medio punto en el segundo trimestre hasta el 1,9 por ciento interanual. Este incremento se debe al impulso del gasto de los hogares y la inversión empresarial.

Así evita caer en recesión tras la contracción de un 0,6% registrada en el primer trimestre y que ponía fin a un ciclo expansivo de dos años, el más largo desde 1989.

El gasto doméstico, que representa aproximadamente el 60 % del PIB nipón, fue el principal factor que contribuyó a la recuperación de la economía nipona. El ministro de economía, Taro Aso, no se atreve a asegurar que ese crecimiento pueda continuar por las tensiones con EEUU: "Nuestro PIB puede estar ampliamente influenciado por diversos factores externos, como las hostilidades comerciales entre Estados Unidos y China. Hay factores inestables e inseguros, así que no puedo decir con seguridad que continuará creciendo".

El consumo de los hogares avanzó un 0,7 % durante el segundo trimestre del año respecto al periodo anterior y un 2,8 por ciento interanual, dejando atrás los síntomas de debilidad que habían lastrado el crecimiento de la economía nacional en el período precedente.