Janet Yellen dice adiós a la presidencia de la Reserva Federal de Estados Unidos y lo hace con la tercera y última subida de tipos de interés del año. Como se esperaba, el precio del dinero sube un cuarto de punto y queda en un rango entre el 1,25% y el 1,50%, a pesar de la oposición del presidente de la Fed de Chicago y el de la de Mineápolis.

Yellen mantiene el plan de retirada gradual de estímulos antes de pasar el testigo a Jerome Powell y mantiene sin cambios el pronóstico de subidas de tipos para los próximos años, pese a que los funcionarios del banco central anticipan un crecimiento más sólido de la economía norteamericana en el corto plazo.

La decisión de subir el precio del dinero en la última reunión de política monetaria de 2017 representa una victoria para un banco central que ha prometido continuar con un endurecimiento gradual de la política monetaria. Sin embargo, la que ha estado al frente de la FED durante los últimos cuatro años se marcha sin perder de vista el que ha sido su principal caballo de batalla durante su mandato: "Veo que hay incertidumbre sobre lo que está manteniendo a la inflación baja. Pero mis colegas y yo seguimos creyendo que los factores responsables de mantener la inflación este año probablemente sean transitorios".

La Fed espera tres subidas adicionales de los tipos de interés a lo largo de 2018 y otras tres en 2019, antes de que alcance el nivel de largo plazo del 2,8%. Los miembros del organismo esperan un IPC por debajo de su objetivo del 2% durante otro año, preocupación suficiente como para no acelerar el ritmo de aumento de las tasas.

Más optimistas se muestran sobre el desempeño económico general y mejoran los pronósticos de crecimiento hasta el 2,5%, tanto para 2017 como 2018, frente a las de hace tres meses atrás de 2,4% y 2,1%, respectivamente. Para 2019, la Fed espera que el ritmo decrecimiento se enfríe al 2,1%.

En cuanto al mercado laboral, el organismo pronostica que la tasa de desempleo bajará a un 3,9% el próximo año y se mantendrá en ese nivel en 2019, frente al 4,1% previsto anteriormente.

En su última conferencia de prensa como presidenta del banco central del país, Janet Yellen, ha tenido palabras para la reforma fiscal de Donald Trump. Apunta que la propuesta de reforma tributaria es un factor a tener en cuenta para la mejoría de los pronósticos de la Fed, pero explica que el impacto preciso del plan, que incluye una fuerte reducción de los impuestos a las empresas, depende también de otros factores: "Aunque los cambios en la política de impuestos daría un impulso a la actividad económica en los próximos años, la magnitud y el momento de los efectos macroeconómicos de un paquete fiscal siguen siendo inciertos".

Esto significa que la reforma tributaria del Gobierno de Donald Trump, si la aprueba Congreso, entrarían en vigor sin que el banco central haya anticipado una posible respuesta.