El Banco Central de Turquía ha anunciado esta semana su intención de "ajustar" su política monetaria en la siguiente reunión de su Comité de Política Monetaria, que se celebrará el próximo 13 de septiembre. Tras un agosto de incertidumbre en el país asiático, la autoridad monetaria turca toma posiciones "con el fin de garantizar la estabilidad de los precios", abriendo así la puerta a una subida del precio del dinero, situado en el 17,75%. Los mercados emergentes mantienen el protagonismo a la vuelta del verano.



Este lunes hemos conocido la tasa de inflación interanual del país que alcanzó el pasado mes de agosto el 17,90%, frente al 15,85% de julio, lo que representa la mayor subida anual de los precios desde finales de 2003, según los datos publicados por el Instituto de Estadística de Turquía. "Si hubiera subido por encima del 19%, la lira turca sería protagonista", apunta Gabriel López, director de Inverdif Asesores EAFI.

Turquía ha sido "la causa principal de la corrección de los mercados en agosto", señala López. "Hay muchas dudas e incertidumbre, aquellos países con mucha exposición a los mercados emergentes se han visto afectados, como España", añade.

Las miradas continúan puestas en la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, "este viernes habrá nuevos aranceles y el mercado estará plano", explica el director de Inverdif. "Los mercados emergentes son muy vulnerables".

Turquía en el foco

El índice PMI manufacturero ha bajado a 46,4 puntos desde los 49 del mes anterior y encadena así su quinto descenso mensual consecutivo, según los datos publicados por IHS Markit y la Cámara de Comercio de Estambul.

El debilitamiento de la lira tuvo un efecto "central" en el empeoramiento de las condiciones de negocio en Turquía, contribuyendo a un fortalecimiento de las presiones inflacionistas.

De hecho, los precios de los materiales y de los productos terminados registraron en agosto el mayor incremento desde que comenzaron los registros de la encuesta PMI en junio de 2005.

"Los eventos en los mercados de divisas tuvieron un gran impacto sobre el sector manufacturero turco, causando un repunte de las presiones inacionistas y un difícil entorno de demanda", declaró Andrew Harker, directivo de IHS Markit, subrayando, por otro lado, el efecto positivo sobre las exportaciones turcas, que crecieron en agosto por segundo mes consecutivo.