Indra ha cerrado el primer trimestre de 2016 con un beneficio neto de 11 millones de euros, lo que contrasta con las pérdidas de 19 millones de euros registradas en los tres primeros meses de 2015. El beneficio antes de impuestos (Ebit) alcanza los 29 millones de euros en el primer trimestre, frente a las pérdidas de un millón de euros de hace un año, mientras que el margen Ebit recurrente alcanzó el 4,6%, en comparación con el 0,5% del mismo periodo del año anterior.

La empresa explica que los resultados se han visto influenciados positivamente por la mejora relativa de los proyectos problemáticos provisionados a lo largo del año 2015 y por la mayor rentabilidad de los proyectos en curso.

Las ventas de Indra se han situado en los 628 millones de euros, lo que supone una caída del 6,3% en moneda local, un descenso similar al registrado el trimestre anterior, y del 11% en términos reportados. La compañía achaca este descenso de su facturación principalmente a la política de contratación más selectiva que está llevando a cabo, al negocio en Latinoamérica y a los retrasos que se están registrando en proyectos en países dependientes del petróleo y de las materias primas.

La generación de caja libre se sitúa en 47 millones de euros, frente a la cifra negativa de 79 millones del primer trimestre de 2015, como consecuencia principalmente de la mejora tanto en la rentabilidad como en el capital circulante neto.

La deuda neta ha cerrado el primer trimestre en 659 millones de euros, nivel inferior a los 700 millones de euros registrados a finales de diciembre de 2015.

Por divisiones geográficas, las ventas en España han registrado un descenso del 4% en el primer trimestre frente al mismo periodo de 2015. En el mercado latinoamericano, las ventas han registrado una caída del 15% en moneda local y las ventas en Asia, Oriente Medio & África han presentado un crecimiento del 56% en moneda local.