El Ibex, pese a una apertura con ganancias de un punto porcentual, ha cerrado la jornada a punto de perder los 8.900 puntos, al caer de nuevo algo más de un punto porcentual. Las energéticas, lastradas por la incertidumbre regulatoria y los posibles cambios en el sector, han sido las más perjudicadas, llevándose Acciona el golpe más importante. En el lado positivo, solo logra un rebote de cierta relevancia Meliá Hotels, que sube cerca de un 2%.

Wall Street, por contra, si ha conseguido retomar el vuelo tras dos jornadas negras en la que los inversores, asociando la subida de rentabilidad en el bono a diez años norteamericano a un enfriamiento de la renta variable, vendieron posiciones en las compañías tecnológicas. Algo que desde el principio de la sesión en Estados Unidos se ha dado la vuelta, con Netflix, Alphabet, Amazon o Activision Blizzard subiendo entre el 2% y el 4%.

El mercado en Europa comenzaba la sesión tratando de lograr cierto impulso, con rebotes superiores al 1%, pero lo cierto es que se han ido desinflando con el paso de la jornada.

La incertidumbre en torno a las cuentas italianas, la dura negociación del brexit y, sobre todo, la subida de rendimiento en el bono a diez años estadounidense está desatando una ola de ventas que, por tercer día consecutivo, parece destinado a castigar a las bolsas.

Mientras que el euro cae ligeramente frente al dolar y la libra, la prima de riesgo española baja hasta 112 puntos básicos y la italiana hasta los 301, lo que no despeja el camino de los inversores. La perspectiva de nuevas subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y las tensiones que esto está generando con el propio presidente Donald Trump han provocado importantes retrocesos en Wall Street en las últimas dos sesiones, arrastrando al resto de mercados mundiales.