Hay que cortar de raíz cualquier debilidad. Es uno de los mensajes que se desprenden del discurso de Hammond. Reino Unido mantendrá su compromiso con la disciplina fiscal, aunque reconoce que necesita mayor inversión para obtener mayor productividad y un espacio libre fiscal para apoyar su economía durante esa transición. Es por ello por lo que Hammond ha anunciado el plan de un nuevo fondo de inversión:
"Puedo anunciar que estamos formando un nuevo fondo de inversión de productividad nacional de 23.000 millones de libras para que se gaste en innovación e infraestructura para los próximos cinco años. Invertir hoy para la economía del futuro"
Otra de las claves en su discurso, la caída en el crecimiento de Reino Unido para 2017.
"En 2017 la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) prevé que el crecimiento caerá un 1’4%, lo cual atribuye a la menor inversión y a una demanda más débil del consumidor, dirigidas, respectivamente, por una mayor incertidumbre y una mayor inflación resultantes de la depreciación de la libra esterlina. Esto es, por supuesto, menor de lo que deseamos, pero sigue siendo equivalente a las previsiones del FMI para Alemania y mayor que las previsiones de crecimiento para países vecinos como Francia e Italia", En 2017 la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) prevé que el crecimiento caerá un 1’4%, lo cual atribuye a la menor inversión y a una demanda más débil del consumidor, dirigidas, respectivamente, por una mayor incertidumbre y una mayor inflación resultantes de la depreciación de la libra esterlina. Esto es, por supuesto, menor de lo que deseamos, pero sigue siendo equivalente a las previsiones del FMI para Alemania y mayor que las previsiones de crecimiento para países vecinos como Francia e Italia"
El crecimiento potencial de Reino Unido será 2’4 puntos porcentuales menor debido al Brexit. El Gobierno de Reino Unido ha rebajado las previsiones de crecimiento de la economía británica durante los dos próximos años. La decisión de abandonar la Unión Europea ha tenido un impacto negativo de 122.000 millones de libras.
Además de eso, Reino Unido tiene otros retos. Dos de ellos: ofrecer viviendas asequibles y mejorar su infraestructura digital.