El Gobierno ha aprobado en Consejo de Ministros la ley de la reforma del Impuesto de Sociedades con la que se recaudarán 8.000 millones de euros destinados a la reducción del déficit público.

La reforma consiste en un incremento con carácter permanente de los pagos fraccionados que las empresas adelantan a cuenta del impuesto en los meses de abril, octubre y diciembre. Desde octubre todas las empresas que facturen más de 10 millones de euros tendrán que adelantar un 23 % de su resultado, las entidades de crédito y las empresas de hidrocarburos deberán abonar un 25 %.

El endurecimiento de las retenciones del impuesto de sociedades es una de las medidas que el Ejecutivo interino del PP había comprometido con Bruselas para contener el déficit público al nivel marcado por Bruselas, en el 4,6% del PIB. Hacienda trata de compensar de esta forma la caída de recaudación en el impuesto de sociedades, que está deteriorando el déficit público y ampliando los números rojos del Estado en lugar de reducirlos.

El Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro ha explicado que se trata de "restablecer" el sistema de tipo mínimo de pagos fraccionados que estuvo en vigor entre 2012 y 2015 y que se suprimió precisamente este año. En aquella ocasión el tipo mínimo se estableció en el 12% y ahora es prácticamente el doble.