Hoy hemos comprado un billete de avión para viajar hasta Suiza. Vamos, concretamente, a Gruyères, la cuna del queso y el chocolate suizo. Nuestros compañeros, Ángel y David Bigorra, editores de la "Revista QTravel", nos dibujan un recorrido por este fascinante lugar.

Este pequeño pueblo ha sido declarado el más hermoso de Suiza. Parece mentira, pero solo está formado por una única calle adoquinada. Esta vía principal se bifurca en forma de "Y” y va ascendiendo hasta el castillo por la izquierda y hacia la iglesia por la derecha. En su centro se encuentra la Fuente que fue el primer suministro de agua comunal de la villa, datada en 1755.

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Al pie de Gruyères, en el pueblo de Pringy, encontramos la Maison du Gruyère, una quesería de degustación donde podemos aprender cómo se elabora el famoso queso sin lactosa con denominación de origen protegida, cuya tradición se remonta al siglo XII.

En esta región pre-alpina de la Gruyère, encontramos los verdes prados donde pastan las famosas vacas frisonas con sus distintivos trajes blancos y negros. Su leche servirá para elaborar el famoso queso Gruyère y la exquisita doble crema, ingredientes esenciales en la cocina del cantón de Friburgo.

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Tras tomarnos una tradicional fondue, podemos digerir este contundente plato recorriendo alguno de los numerosos senderos de la región, acercándonos al desfiladero de la Jogne, por ejemplo, o ascendiendo a la gran montaña de Molèson. Si caminar no es lo nuestro, también existe la posibilidad de montar en un teleférico y en una telecabina que nos suben hasta la cima de este emblemático pico de 2002 metros. Aquí tendremos la suerte de contemplar una panorámica de 360 grados de Suiza. Por un lado, los Alpes y el lago Léman, y por otro, podemos llegar a divisar Ginebra y el cantón de Friburgo.

Resumiendo. A pesar de que el centro histórico de Gruyeres es muy pequeño, es muy curioso e interesante porque esta pequeña villa amurallada cuenta con muchos atractivos turísticos: El castillo, el Museo HR Giger, el museo tibetano, o la considerada primera atracción turística de la Gruyère, la Maison Cailler, la conocida fábrica de chocolate.

Y a vosotros... ¿no os resulta tentador visitar este dulce pueblo suizo?