Costará 2.600 millones de euros, medirá más de 850 metros de longitud y tendrá más de 6 carriles, conectará EEUU con Canadá y será el puente más largo de Norteamérica. Su nombre: Gordie Howe, el puente atirantado que construirá ACS.

La constructora reafirma así la presencia de compañías españolas en importantes proyectos internacionales. Este puente, en concreto, es de vital importancia para la economía y la industria de EEUU y Canadá, ya que conectará las ciudades de Detroit y Windsor, uno de los pasos fronterizos más concurridos de Norteamérica.

El proyecto ayudará a descongestionar las rutas actuales y ofrecerá una nueva vía para transportar bienes y personas entre EEUU y Canadá, lo que favorecerá el crecimiento de las relaciones comerciales entre ambos países. Entre esos sectores que dependen de la buena comunicación entre ambos países: el sector del automóvil.

Con este nuevo contrato, ACS refuerza su presencia en el mercado norteamericano. Actualmente el grupo participa en varios proyectos de magnitud, tanto en Norteamérica como a nivel mundial. Entre ellos, las adjudicaciones recientes de un ferrocarril exprés en Montreal por importe de 4.000 millones de euros, el sistema de transporte automatizado de pasajeros por tren del Aeropuerto de Los Ángeles, por 4.200 millones, y la estación de generación del complejo hidroeléctrico en British Columbia, por 1.000 millones. ACS también participa en la construcción de una autopista en Windsor por 845 millones que enlaza con el proyecto del puente Gordie Howe.

Se prevé que el cierre comercial, que recoge la firma del contrato de concesión y el cierre financiero, tenga lugar en el tercer trimestre del año.