El levantamiento de sanciones a Irán a comienzos de 2016 ha colocado de nuevo el mapa del petróleo mundial a uno de los pesos pesados del sector. el país es ya el sexto principal productor del mundo. El bloqueo de EEUU fue importante, pero el más significativo había sido el de la Unión Europea. Algo que cambió hace algo más de dos años.

Y es que, en la actualidad, Europa compra casi una cuarta parte de todas las exportaciones de petróleo de Irán. Aunque aún son los pesos pesados asiáticos los que consumen la mayor parte de la producción iraní. Destaca también Turquía, y los flujos casi se han triplicado desde enero de 2016, creciendo en unos 170.000 barriles de petróleo por día. Desde esa fecha, la producción de crudo de Irán ha crecido cerca de un cuarto, unos 800.000 barriles por día, hasta 3,82 millones.

Las exportaciones, mientras, se han doblado hasta cifras récord de 2,6 millones de barriles por día el pasado mes de abril.

Francia, Italia, España y Grecia son los principales clientes de Irán dentro de la Unión Europea. La región, en general, consume 600.000 barriles diarios de crudo. Queda detrás de China, que compra 100.0000 barriles más al día. India, por su parte, ha incrementado de manera significativa su consumo de petróleo iraní en los últimos seis años. Compraba menos de 100.000 barriles por día a finales de 2011 y ahora supera los 400.000.

Los últimos años han permitido a Irán, según la agencia Reuters, aprender a hacer más con menos. Así, según el FMI, Irán necesitará un precio de 58,8 dólares por barril este año 2018 para equilibrar su presupuesto, frene a los 100 dólares de 2014.