Iberdrola cierra 2016 con una mejora del beneficio del 11,7%, hasta los 2.705 millones de euros, gracias al buen rendimiento del negocio en Estados Unidos (+53%) y un mejor resultado operativo, además de las menores provisiones por el cierre de la central de carbón escocesa de Logannet. Esta cifra supera las previsiones del consenso de analistas y el mercado las recibe con alzas en la apertura de la sesión.

El grupo energético español eleva su Ebitda (beneficio operativo bruto) un 5,5% el año pasado, hasta los 7.808 millones de euros, gracias a la fortaleza de sus negocios de redes y renovables, particularmente en Estados Unidos. En este caso, las cifras están ligeramente por debajo del crecimiento previsto del 6% por la propia empresa, tras ajustarse al alza la cifra comparativa de 2015.

La compañía explica que sin tener en cuenta el efecto del tipo de cambio, el Ebitda del ejercicio se incrementaría un 8,2%, y destaca que frente a un dólar estable, la libra esterlina se ha devaluado cerca de un 13% y el real brasileño un 4,6% en el periodo.

Por otro lado, el beneficio operativo se dispara casi un 19%, hasta los 4.554 millones de euros y el margen bruto crece un 0,6%, a 12.916 millones. A pesar de estas mejoras, la cifra de ventas cae en el ejercicio, hasta los 29.515 millones de euros, frente a los 31.418 del año 2015.

negocios

Iberdrola invierte 4.264 millones durante 2016, un 32,3% más que en 2015 y mejora un 6,8% el flujo de caja operativo (6.310 millones). Estas inversiones se realizan en su mayoría (40%) en Reino Unido, un 34,1% van destinadas a Estados Unidos y un 14,6% se realizan en el mercado español.

inversiones

En el mercado español, el ejercicio se caracteriza por una alta producción renovable (40,8% del total), debido al incremento de la producción hidráulica del 25,3%, especialmente durante el primer semestre de 2016. La demanda crece ligeramente, un 0,7%, aunque la compañía reconoce que el consumo se ha estancado en niveles similares a 2015.

Iberdrola, que celebra hoy su día del inversor, espera una mejora operativa en los negocios de redes y renovables en 2017, y un mantenimiento de la actividad en generación y comercialización eléctrica. Además, se plantea desprenderse del negocio de almacenamiento de gas en Estados Unidos, para el que Avangrid estudia ya varias opciones. El mercado apuesta por mejores proyecciones, tanto para la inversión prevista como para los beneficios hasta 2020.