Las dos economías más grandes del mundo frenan los temores sobre la guerra comercial tras confirmar Estados Unidos que ha suspendido la imposición de 150.000 millones de dólares en aranceles sobre productos chinos. La tregua durará al menos mientras continúen las negociaciones entre ambos países sobre su relación comercial mientras la Casa Blanca insiste con su objetivo de reducir el déficit comercial con Pekín, que en 2017 alcanzó un récord de 375.000 millones de dólares.

El acuerdo anunciado por el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, durante el fin de semana implica que China se compromete a aumentar sus compras de productos estadounidenses. “Hay compromisos muy fuertes en el tema de agricultura, esperamos ver un gran aumento, unos aumentos de entre el 35 y el 40% en agricultura solamente este año”, ha señalado. “Y en el área energética duplicaremos las compras de energía. Creo que podríamos ver 50.000 o 60.000 millones de dólares al año de compras energéticas durante los próximos 3 a 5 años”, pronostica al tiempo que anuncia que el secretario de comercio, Wilbur Ross, visitará pronto China con una delegación para concretar los detalles del acuerdo.

Mnuchin asegura que también se han alcanzado metas específicas en cuanto a la reducción del déficit según cada industria, pero no las hace públicas.

Sin embargo, China y Estados Unidos no han adelantado ningún acuerdo sobre el destino de ZTE, tras los intentos del país asiático de frenar las sanciones que impiden a la empresa de telecomunicaciones hacer negocios en el estado norteamericano. El secretario del Tesoro explica que “este no es un tema comercial”, aunque reconoce que el Departamento de Comercio está revisando la sanción a la compañía.

El mercado asiático ha reaccionado con subidas a la rebaja de la tensión entre China y Estados Unidos, con ascensos para los sectores tecnológico, financiero y asegurador principalmente.

No ha sido así en el caso de la Unión Europea que se ha tomado la noticia de la tregua en la guerra comercial con más precaución, ya que la región todavía se encuentra bajo la amenaza de tarifas sobre el acero y el aluminio. El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, advierte de que Europa podría ser la víctima de un posible acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. Añade que es aberrante que Trump haga pagar a la Unión Europa el mal comportamiento comercial del gigante asiático.