El nuevo límite que obliga a circular a 90 km/h en carreteras convencionales entra en vigor hoy mismo, y desde la DGT insisten en que el objetivo es evitar accidentes y salvar vidas. Para Susana Gómez Garrido, subdirectora adjunta de vehículos de la DGT, es un límite alto, porque en otros países como Suecia (con un buen nivel en sus carreteras) ese tope está en los 70 km/h.



La idea de mejorar la seguridad no pasa exclusivamente por estas limitaciones. De hecho, la propia DGT asegura que está muy involucrada en la implantación de 50.000 vehículos con sistemas ADAS (sistemas de control de riesgos, alertas y seguridad), para evitar accidentes y atropellos que serían fácilmente evitables. En este sentido, Susana Gómez lamenta que buena parte de los conductores no pueda cambiar su vehículo por razones económicas, e insta a quienes tengan un coche viejo a implementar en él elementos de seguridad que, aunque tienen un bajo coste, permiten incorporar un sistema externo de alertas o alguna cámara o sensor que evite un choque o un atropello a poca velocidad.

Desde la DGT recuerdan, además, que existen incentivos a la compra de vehículos seguros. El proyecto Autonomous Ready Spain trata de demostrar que aplicando la seguridad se salvan vidas, sobre todo porque la mayoría de los accidentes se producen en vías interurbanas (72%, según datos de la propia DGT). En general, últimamente, "se habla mucho de la contaminación y poco de la seguridad, y es un elemento que habría que tratar también", especialmente con la aparición del vehículo autónomo, que tenderá a cumplir de forma obligatoria con todos los parámetros que se le exijan, y va destinado precisamente a mejorar la seguridad.