Un millón y medio de personas fallecen cada año en accidentes de tráfico en el mundo. La tecnología podría ayudarnos a reducir el número de accidentes, con aplicaciones como los sensores que te avisan cuando te distraes en la conducción. Sin embargo, para Emilio de Villota, embajador del proyecto Visión Zero y expiloto de Fórmula 1, “no es suficiente con poner la tecnología al servicio del usuario”.



Lo importante es el conocimiento sobre esa tecnología, especialmente en el momento de entrega de un automóvil. “Corremos el riesgo de convertir el coche en un electrodoméstico más, pero con este electrodoméstico quizá un día puedes no volver a casa", denuncia el expiloto.

Además, de Villota pide una homologación entre los fabricantes para que los diferentes dispositivos y componentes funcionen de forma similar, con un manual básico de procedimiento que permita “normalizar la tecnología dentro del automóvil”. La idea es que el usuario pueda entender lo que se le ofrece y que “homogeneizar los dispositivos no supone que los fabricantes no puedan aportar cosas diferentes a los coches”.