El Banco Central Europeo se mostraba optimista respecto al consumo privado de la zona euro. Para el organismo, tiene potencial para crecer, lo que probablemente impulse la expansión económica aunque de que se multipliquen los vientos en contra. La expansión de la zona euro se ha desacelerado en los últimos dos trimestres, haciendo temer que el destacado crecimiento del bloque, ahora en su sexto año, pueda estar llegando a un final prematuro.

Pero el BCE siempre ha argumentado que la desaceleración se debe casi en su totalidad a factores externos y que la demanda interna sigue siendo fuerte. "El consumo privado ha sido el principal motor de la reciente expansión económica, pero aún hay margen para un mayor crecimiento", dijo el BCE. "A medida que los mercados laborales sigan mejorando, la confianza del consumidor debería seguir siendo elevada y el consumo privado debería aumentar aún más".

La desaceleración llega en un momento particularmente delicado para el BCE, cuando está suspendiendo sus estímulos. Prevé poner fin a su programa de compra de bonos de 2,6 billones de euros a finales de año. El empleo en la zona euro, con más de 107 millones de ocupados, está en niveles récord, pero el paro en el 8,3 por ciento sigue estando aún punto porcentual por encima del nivel previo a la crisis de la zona euro.

El organismo europeo argumentó que la recuperación del consumo privado hasta ahora ha sido débil, sobre todo para las familias de menores ingresos. Defendiendo su política monetaria frente a las críticas de que los bajos tipos inflaban las burbujas, el BCE añadió que el leve aumento en el crecimiento del crédito no indica que el auge del consumo esté impulsado por el crédito barato.