El presidente ejecutivo de JP Morgan, Jamie Dimon ha declarado que “el bitcoin es un fraude”. Con motivo de una conferencia de inversores bancarios de Nueva York en la que era ponente, Dimon ha aprovechado para exponer su visión negativa sobre esta moneda.

Jamie Dimon piensa que el bitcoin no va a funcionar porque “no se puede tener un negocio donde la gente pueda crear una moneda de la nada y pensar que las personas que la compran son realmente inteligentes”, sentenció. Además, ha dicho que los traders de JP Morgan tienen prohibido hacer negocios con este tipo de monedas. Dimon asegura que “los despediría en dos segundos porque está prohibido y por ser estúpidos y ambas cosas son peligrosas”.

Menos radical es la visión de Edward Tilly, CEO del grupo de cambio CBOE Holdings. En el mismo foro, declaró “nos guste o no la gente quiere exponerse al bitcoin”. Cabe destacar que esta empresa ha solicitado a los reguladores de EEUU poder lanzar un contrato de futuro sobre bitcoin.

Dos horas después Jamie Dimon comparaba el bitcoin con el mercado de tulipanes en Holanda en el siglo XVII. La especulación con este producto elevó sus precios hasta niveles desorbitados. Sin embargo, la gente olvidó que se solo trataba de flores y por lo tanto, no tenían valor.

Aunque Dimon esté totalmente en desacuerdo con la moneda virtual, JP Morgan ha invertido en la tecnología que monitoriza sus transacciones, el blockchain. El CEO piensa que estos usos se extenderán en los próximos años, ya que se están adaptando a diferentes líneas de negocio.

Dimon ha pronosticado grandes pérdidas para los compradores de Bitcoin. La moneda ha caído un 4% debido a los comentarios durante la conferencia. Además, los rumores de que el gobierno chino va a prohibir el mercado de moneda virtual en intercambios domésticos ha desinflado el bitcoin en los últimos días.

El Bitcoin es una moneda digital que permite transferir dinero a otras personas y pagar por bienes y servicios. Su peculiaridad es que sortea a los bancos y al sistema principal de financiación. Los bancos están preocupados por la posible asociación de esta moneda virtual con el crimen online y el lavado de dinero.