Junto a los aranceles, hay varios mecanismos legales que no podemos olvidar porque ya los apuntó Trump en su campaña.


Podría recurrir al decomiso de las remesas que los mejicanos envían a sus familiares. Aunque a algunos no nos parece probable, sí creemos más viable la adopción de algún tipo de gravamen.


Lo que sucede es que este dinero proviene de sueldos obtenidos por trabajadores entre los que no todos son ilegales. Se estima que las remesas de los trabajadores mejicanos en Estados Unidos a su país de origen superan los 25.000 millones de dólares.


Sin embargo, se trataría de un recurso que originaría y enfrentaría muchas reclamaciones jurídicas, aparte de reproches políticos.


También podría recurrir al aumento de los precios de las visas otorgadas a mejicanos y de las tarifas de las tarjetas para cruzar la frontera. Esta medida afectaría a un millón de mejicanos cada año pero, como el propio Trump ha dicho, tiene el inconveniente de que son el motivo por el que muchos se quedan en EEUU de forma ilegal.


Otro camino legal es, cuando uno no tiene claro si el presidente Peña Nieto va a acudir a la cita próxima, una demanda que sugiere el líder de la oposición. 


López Obrador, el político izquierdista que parece que puede tener posibilidades de acceder a la presidencia de México el próximo año 2018, sostiene que el actual presidente Peña Nieto ha de asistir a la reunión con Trump y entregar en mano copia de una demanda por violación de derechos humanos ante la ONU. Dice que el muro agrede y deja a la estatua de la libertad como leyenda en un mensaje de twitter.


Es pronto para ver si se toman medidas jurídicas, pero las veremos venir conforme se ejecute la decisión.


Por: Arcadio García Montoro