Asia amanece hoy en clave empresarial, y todavía con la resaca de la rebaja en la calificación de China por parte de Moodys. Hoy la agencia de calificación ha rebajado también el rating de Hong Kong, a pesar de las protestas del ministerio de economía chino. Allí también, las empresas químicas siguen siendo protagonistas.

ChemChina está refinanciando su deuda para obtener el visto bueno de los reguladores en su intención de cerrar definitivamente la compra de la suiza Syngenta. Ha emitido nueva deuda a largo plazo para cubrir los vencimientos actuales y así cumplir las normas. Coloca 20.000 millones, y debe recolocar otros tantos en los próximos meses, pero no parece que vaya a tener problemas. El propio gobierno chino, a través de bancos estatales y empresas públicas, ha adquirido cerca de 17.000 millones de dólares de los 20.000 emitidos. Del resto, el Banco Industrial de China compra 1.000 millones y los otros 2.000 millones los adquiere Morgan Stanley. Y todo esto mientras continúan los rumores que apuntan a que, una vez adquirida Syngenta, ChemChina se fusionará con SinoChem, la química estatal china, dando lugar al segundo mayor fabricante de productos químicos del mundo. Algo sobre lo que el gobierno chino no ha querido hacer ningún comentario.

A lo que sí se está refiriendo el ejecutivo chino es a la rebaja de calificación de Moodys. Hoy le ha tocado el turno a Hong Kong, que no puede tener una calificación mayor a la del país al que pertenece y por lo tanto ha visto como Moodys también le rebaja el rating un escalón. Mei Xinyu, economista y asesor del Ministerio de Comercio Chino, ha escrito hoy un editorial en el China Daily reprochando a Moodys que no incluya las reformas del gobierno en sus informes. Tiene frases muy duras, argumentando que “si una agencia como Moodys no es capaz de emitir un informe lógico, en el que incluya todas las variables, entonces no sirve absolutamente para nada, y pone en duda casi cualquier informe de la agencia”.

De vuelta a lo empresarial, Lenovo, el mayor fabricante de ordenadores personales del mundo, ha presentado cuentas hasta marzo, donde logra un beneficio de 107 millones de euros. Es un 41% menos en términos interanuales pero logra superar las expectativas del mercado.

Cerramos las crónicas asiáticas con una curiosa compra. El consorcio entre Humanwell Healthcare y Capital China Partners (consorcio de capital chino) acaba de adquirir por 600 millones de dólares el segundo mayor fabricante de preservativos del mundo. Tiene marcas como Jissbon, muy populares en China (por parecerse el nombre a James Bond), y esperan un crecimiento del 12% anual hasta 2024, en un mercado que moverá hasta 5.000 millones de dólares. La australiana Ansell ha decidido vender esta división porque consideraba excesivo el coste de sus operaciones en el gigante asiático. Los 600 millones de dólares a los que vende suponen 16 veces el beneficio de esa división en 2016.