Después de perder más de un 40% en Bolsa en poco menos de dos días, las miradas de los inversores y reguladores se dirigían a Liberbank. La entidad nacida en 2011 de la unión de  Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria se ha visto acorralada por las posiciones cortas en los últimos días y que ha llevado a la CNMV ha prohibirlas durante un mes. "La prohibición de los cortos es buena, permite que no se golpee a un eslabón débil del sector bancario", señala Guillem López Casasnovas, catedrático economía Pompeu Fabra y exconsejero del Banco de España.



El desplome de las acciones de la entidad presidida por Pedro Manuel Rivero llega días después de la venta por un euro del Banco Popular al Banco Santander, una operación que ha provocado que la confianza en el sector bancario español empiece a agrietarse, aunque para López Casasnovas "la respuesta con el Popular es buena, visto lo que se venía encima".

Sin embargo, el ex consejero del Banco de España confía en la salud del sistema bancario nacional, "la situación no es de alarma", añade. Toda la incertidumbre generada, asegura, "se debe a tanto cambio en el Consejo de Administración de la entidad y el ruido en los medios ha generado debilidad".