El FMI recorta sus previsiones de crecimiento global. Para este año, pronostica una expansión mundial del 3,5% y del 3,6% en 2019 y 2020, una rebaja de dos y una décima respectivamente en comparación con las previsiones del pasado mes de octubre debido al peor desempeño de la economía a finales de 2018. Alemania tiene parte de la culpa: la locomotora europea crecerá seis décimas menos de lo esperado este 2019. España es la única gran economía de la zona euro que mantiene su previsión para este año, del 2,2%.

Para Christine Lagarde, directora del FMI, los riesgos mundiales van en aumento, pero no veremos una recesión.
La conclusión es que, después de dos años de sólida expansión, la economía mundial está creciendo a un ritmo más lento de lo esperado y los riesgos están aumentando. Harán falta más esfuerzos.  ¿Tenemos una recesión a la vuelta de la esquina? No. Pero el riesgo de un descenso más pronunciado en el crecimiento global se ha incrementado.

Además de la tensión comercial entre EEUU y China, el FMI cree que otros factores que pueden desencadenar un mayor deterioro de lo previsto en el crecimiento económico mundial son una posible salida sin acuerdo del Reino Unido de la Unión Europea, así como una desaceleración más pronunciada de lo previsto de la economía china.

En este sentido, Lagarde ha alertado de que la incertidumbre, las preocupaciones geopolíticas y el crecimiento "decepcionante" son un "mensaje" para los legisladores.
Con esta incertidumbre, las preocupaciones geopolíticas y las previsiones decepcionantes de crecimiento, tenéis una imagen económica con un mensaje muy claro. Y el mensaje es éste: abordar las vulnerabilidades y estar preparados por si se materializa una desaceleración seria.

ARRANCA EL FORO DE DAVOS

Este martes empieza el Foro de Davo, sin la presencia de los presidentes de Francia, Reino Unido o Estados Unidos, que se quedan en sus respectivos países por sus respectivos problemas internos. Esta reunión solía abrir de manera informal el año político y económico a nivel internacional, pero las crisis de los chalecos amarillos en Francia, del brexit en el Reino Unido y la causada por la insistencia de Trump en la construcción de un muro en la frontera con México han perpetuado el sentimiento de inestabilidad de un año a otro.

De hecho la ausencia no sólo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sino la de toda la delegación oficial que iba a representar a su país, debido a la parálisis administrativa en Washington, representa una situación inédita en casi medio siglo de historia del Foro de Davos.

El presidente ejecutivo y fundador del Foro, Klaus Schwab, ha reconocido que existe un "gran nivel de incertidumbre" generalizada porque "la gente se siente insegura y ya no cree que el mundo de mañana será mejor que el de hoy".

El Foro lleva al menos dos décadas advirtiendo de que "el exceso de globalización nos llevaría a una situación de desequilibrio y desigualdad", la cual "no era sostenible sin responsabilidad social", recuerda Schwab, cuya profecía parece cumplirse.

El Foro reúne a 3.000 participantes, entre los que habrá más de 60 jefes de Estado y de Gobierno, un centenar de autoridades de rango ministerial y cientos de dirigentes de las compañías más influyentes de una veintena de industrias. Sí acuden al foro el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y por la canciller alemana, Angela Merkel.