El chorizo español le gana terreno al jamón ibérico. En tapas, en lentejas, o sin acompañar, este producto tan típico se ha ganado un hueco importante como marca España en muchos hogares extranjeros.

En Francia, por ejemplo, el chorizo está considerado como un producto exótico y su consumo ha aumentado en los últimos cinco años. Pero en Francia y en otros países se venden a menudo productos disfrazados de chorizo que sólo comparten el color rojo. Precisamente por ese motivo nació en 2015 el Consorcio del Chorizo Español, con el objetivo de distribuir de forma internacional un chorizo de calidad extra.



En 2017 se han vendido más de 1 millón 671.000 kilos de chorizo a nivel global. Dicho de otra forma, se han vendido más de 3.000 kilos por minuto. Un 96% más que en 2016. Y se exportan unos 50 millones de kg al año, tal y como explica Alfonso Alcázar, Presidente del Consorcio del Chorizo Español.

Pero el reto ahora es ganar volumen y alcanzar cuotas de liderazgo, de oligopolio.

Los principales mercados del chorizo son Francia, Reino Unido, Alemania, Portugal y Países Bajos. Estos cinco destinos suponen el 73% de la cantidad mundial de exportaciones.

Mención especial para Reino Unido, donde el chorizo tiene una cuota cercana al 10%. Se trata de un mercado fundamental para España y por eso el Consorcio Español mira muy de cerca las negociaciones con la Unión Europea. ¿Afectará el Brexit al éxito del chorizo entre los ingleses? Alfonso Alcázar mantiene una visión optimista, aunque también contempla un posible hard Brexit.

Actualmente, el Consorcio del Chorizo Español está presente en 52 países. El objetivo ahora es afianzarse en mercados relevantes como Reino Unido, Francia e incluso México. La marca España va más allá del aceite de oliva o el jamón. La marca España también está en el chorizo de toda la vida.