Las autoridades chinas se hacen con el control de uno de los mayores grupos privados del país. La Comisión Reguladora de Seguros de China (CRSC) dirigirá a la empresa Anbang durante un año después de que su presidente, el multimillonario Wu Xiaohui, haya sido procesado por delitos económicos relacionados con la corrupción. La tercera aseguradora de China también está en el mundo de mira por sus conexiones con el mundo de la política, su elevada deuda y sus ambiciosas adquisiciones en el extranjero.

Wu llevaba bajo custodia desde junio de 2017 por “violaciones de leyes y regulaciones”. Su procesamiento definitivo supone un duro golpe para uno de los hombres más importantes de la cúpula comunista. Se le conoce por estar casado con la nieta del exjefe de Estado Deng Xiaoping, pero sobre todo porque bajo su mandato Anbang ha pasado de ser una gran aseguradora china a un grupo empresarial importante en la escena internacional. La compañía se hizo famosa en 204 cuando compró el emblemático hotel neoyorkino Waldorf Astoria por 1.950 millones de dólares.

La CRSC entiende que “las prácticas comerciales ilegales de Anbang pueden amenazar seriamente la solvencia de la compañía”. Para ejercer el control sobre la empresa se ha creado un grupo especial de funcionarios del Banco Popular de China, la Comisión Reguladora del Mercado de Valores, la propia CRSC y otros organismos financieros. El objetivo es mantener el funcionamiento normal de la empresa y proteger los derechos de los consumidores.